Motivos por los que aconsejamos partir desde Ibiza

Muchos de nuestros clientes de alquiler de barcos en Ibiza, normalmente los menos experimentados, nos suelen solicitar comenzar la semana de velero o catamaran de chárter, partiendo desde algún puerto de la península.

popas del catamaran lagoon 380 navegando
Uno de nuestros catamaranes de alquiler en Ibiza recién fondeados

Los más osados incluso nos piden semanas saliendo desde Barcelona hasta Ibiza. Los más cautos, o los que miran un poco el mapa con idea de escoger la distancia más corta entre la isla de Ibiza y la península ibérica, nos solicitan salir desde cualquier puerto del levante cercano al Cabo de la Nao: Denia, Calpe, Altea, Moraira, etc.

El velero Amica navegando a toda vela en Formentera
Navegar a vela es un placer indescriptible, sin ruido de motor, solo el viento y las olas

¿Por qué algunos clientes desean salir desde la península?

Esta petición de partir desde la península para hacer la travesía hasta Ibiza en el propio barco de alquiler, está basada en criterios y razonamientos basados en una mentalidad más de tierra que de mar. El cliente suele valorar la comodidad de poder ir hasta el puerto de salida en su propio coche, además de ahorrarse los billetes de avión o ferry hasta Ibiza.

catamaran de alquiler en cala comte Ibiza
Dos de nuestros catamaranes anclados en la preciosa Cala Conta al oeste de Ibiza

¿Por qué recomendamos empezar directamente desde Ibiza?

Sin embargo, las 50 millas náuticas (unos 90 Km) que separan el puerto de Denia y la isla de Ibiza, pueden atragantarse bastante, en especial a aquellas personas no acostumbradas a navegar. Aquí están las principales razones:

  • Como mínimo se tardan unas 10 horas en recorrer la distancia entre el puerto de Denia y el oeste de la isla de Ibiza, y eso en el mejor de los casos. Hasta la ciudad de Ibiza se suelen tardar al menos 12-14 horas, en velero o catamarán.
  • Para poder mantener una velocidad constante, en el 90% de los cruces desde Denia a Ibiza debemos usar el motor del barco de alquiler (velero o catamarán) durante toda la travesía. Esto implica un gasto de combustible adicional y un ruido bastante molesto.
  • En especial para aquellas personas no acostumbradas a navegar en barcos de alquiler, se aconseja un periodo de adaptación, tanto para evitar el temible mareo, como para acostumbrarse a la vida a bordo. Que el primer día sean 10 horas seguidas (o más) sin parar, no suele ser un buen comienzo (vómitos, mareos, incomodidades).
  • En caso de mala mar, se deberá posponer la travesía hasta Ibiza uno o varios días, hasta que las condiciones marítimas permitan realizar esta travesía.
  • Para la travesía de vuelta desde Ibiza hasta la península, si hay previsión de meteorología adversa, sobre todo oleaje, deberemos anticipar la vuelta uno o los días necesarios.
  • En el mejor de los casos, en condiciones de mar ideales para la navegación, perderemos un día de travesía a la ida y otro día de travesía a la vuelta. Teniendo en cuenta que hemos alquilado una semana, perder 2 días en incómodas travesías, en el mejor de los casos, supondría perder un 30% del periodo total del periodo de alquiler.
  • Además, al perder dos días en las travesías de ida y vuelta, no se pueden ver tantas cosas en Ibiza y Formentera, como si empezamos directamente desde las Pitiusas.
  • Empezar la semana de alquiler de barco directamente desde la isla de Ibiza nos aporta la ventaja que, incluso con mala mar, la isla ofrece muchas calas de refugio y zonas a sotavento sin oleaje que permite navegar con comodidad y seguridad desde el primer día.
  • En general y de acuerdo a nuestra experiencia, la mayoría de los clientes prefieren un plan de navegación cómodo y flexible con un máximo de 3-4 horas de navegación diarias y con descansos: despertarse por la mañana fondeados frente a una playa de arena blanca y aguas turquesas. Zambullirse y secarse. Hacer el desayuno. Navegar un par de horas. Volver a fondear frente a otra playa. Desembarcar a comer al chiringuito de moda o bien hacer de comer a bordo. Echar la siesta mientras se navega a la siguiente playa durante una o dos horas. Volver a anclar el barco de alquiler frente a la playa elegida para pasar la noche. Darse el último baño antes de cenar. Preparar la cena a bordo o desembarcar en cualquiera de los restaurantes cercanos a nuestro fondeadero. Y para los más marchosos, lógicamente salir a probar lo que nos reserva la famosa noche ibicenca.
Playas de Formentera
Arriba Formentera!!!

Por Jose Navas, fundador y patrón de uno de los barcos de alquiler de Charteralia.

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