¡Hola! Me llamo Edorta y desde siempre me ha apasionado la mar. Nací en un lugar donde los barcos formaban parte del modo de vida de mucha gente. Cuando era niño, en la ribera del Nervión, se construían pequeñas embarcaciones tradicionales de madera, botes de remos, traineras y gasolenos. También se hacían pesqueros de muy diferentes tamaños y artes, se construían mercantes, gaseros, superpetroleros. Si eres de Portugalete, ¡siempre tienes una aventura que contar y seguro que hay un barco de por medio!
Llegué a las Pitiusas por primera vez a finales de los 70 ́s. El flechazo se produjo de inmediato. Yo aún no era marino. Era un chaval deslumbrado por la psicodelia. Flipaba más en aquellos años con Jimy Hendrix, Jefferson Airplane o los Rolling Stones que con Moetissier o Sir Robin Knox Jhonston (porque no conocía a estos últimos todavía). Por resumir diré que dirigí mi andadura por el camino del rock en todas sus variantes. Monté garitos donde sonaba rock, forme una banda que tocaba rock, coordiné giras de grupos de rock, conduje furgonetas de estrellas del rock y un día, después de muchos años, decidí que lo más saludable para mí era respirar un poco de aire fresco, en algún lugar fuera del Rock, aunque aún sigo amando su esencia.
Ya tenía un pequeño velero francés, “el Isla de Jade” con el que navegaba por el Cantábrico. Pero fue pasado los 40 cuando, después de una agotadora gira, me vi con algo de dinero. El suficiente como para vivir un tiempo sin dar palo y me dispuse a cumplir un sueño que de jovencito siempre me anduvo tentando y por una u otra razón nunca pudo ser. ¡Quería ser marino! Marino de verdad, de los que viven en la mar y para la mar, todavía quiero serlo. Nunca sabes si lo has conseguido.
Así que me fui a Bermeo y me matriculé en la náutica como patrón profesional. La vida de estudiante cuarentón fue una de las experiencias más saludables que he vivido. También sufrí lo mío, pero terminé los estudios, hice días de mar, me enrolé en barcos de arrastre, anduve en catamaranes, barcos de ferry de motor y desde hace unos cuantos años vivo y hago millas en mi nuevo velero Kais que compré en 2008. Con él es que me he buscado la vida haciendo chárter por estas maravillosas islas y algunos otros lugares.
Hace poco, cenando con mi amigo José Navas y el inefable capitán José Zorrilla, surgió la idea de entrar a formar parte del equipo de patrones de Charteralia, empresa de la que Navas es “La Alma Mater”. No me devané los sesos pensando si aceptar o no. Un fulminante “¡SI!” emanó de lo más profundo de mi corazón. Además, el bueno de Fede estaba también en el ajo. ¿Qué más se podía pedir?
Así que aquí me encuentro, preparando mi petate para ir al encuentro de estos chicos. Con la absoluta convicción de que lo mejor está por llegar y de que este verano lo vamos a pasar en grande haciéndoos gozar en estas aguas de las que conocemos cada peñasco y a las que tanto respetamos y amamos.
No me extenderé mas, no es necesario. Si acaso para deciros que me encuentro a vuestra entera disposición, en la isla de Ibiza. Ya me despido. ¡Os espero en el el catamaran Lagoon 380!